Pasamos un buen rato con amigos en este hotel. Las vistas eran espectaculares y la comida era muy sabrosa. Hicimos actividades como senderismo en el Parque Natural de Ponga y rafting, disfruta de la naturaleza. El ambiente es acogedor y perfecto para relajarse.

Sin embargo, los radiadores hacían un ruido notable cuando funcionaban, lo que resultó un poco molesto por la noche.

Maravillosa escapada, ideal si buscas combinar naturaleza y buena comida.

La habitación ofrece unas vistas impresionantes, un verdadero deleite al despertar. La atención del personal es cercana y amable, lo que hace que te sientas como en casa. Sin embargo, el acceso al hotel podría mejorarse, algunas áreas son difíciles de alcanzar. Además, el menú de cena, aunque delicioso con opciones como risotto, no siempre ofrece platos asturianos tradicionales, lo que puede decepcionar a quienes buscan auténtica gastronomía local.

Vistas espectaculares desde la habitación, el entorno es un verdadero chicharrón. Comida deliciosa y atención muy amable, te hacen sentir como en casa. Solo un detalle, el radiador hizo un ruido raro en la noche, pero nada que arruine la experiencia.

Las vistas eran espectaculares, aunque el baño estaba desactualizado.

una experiencia inolvidable

La atención del personal fue excepcional, siempre atentos a nuestras necesidades. La comida fue deliciosa, especialmente los platos hechos con ingredientes frescos de su propia huerta. Las vistas de las montañas desde la habitación son impresionantes y añaden un toque especial a la estadía.

El acceso a algunas áreas del hotel podría ser mejorado.

La Posada del Valle ofrece unas vistas impresionantes del valle que se pueden disfrutar tanto desde la habitación como desde las zonas comunes. Las habitaciones son cómodas y bien equipadas, con jabones ecológicos muy agradables. El ambiente es familiar y tranquilo, lo que permite una excelente experiencia de descanso. Además, el desayuno incluye mermeladas caseras y productos locales que resaltan la calidad de la comida.

Disfruté de unas vistas espectaculares desde nuestra habitación y la atención no podría haber sido mejor. Pasamos un día haciendo senderismo en el Parque Natural de Ponga, un lugar impresionante y menos concurrido, que a mis hijos les encantó. compartí momentos inolvidables con mamá en la terraza del hotel.

Mi mujer dice que sería genial tener un área de juegos para los niños.

Vistas increíbles desde la habitación, un verdadero deleite para los ojos. Atención super amable de los dueños, te hacen sentir como en casa. La comida rica, pero algunos platillos un poco diferentes a lo que uno podría esperar. Un lugar muy tranquilo para relajarse y disfrutar del paisaje.

Una escapada tranquila y agradable

El lugar es un sueño. Las vistas desde nuestra habitación eran espectaculares y muy relajantes. La atención del personal fue muy cercana y servicial, no puedo quejarme. La comida en el restaurante era deliciosa, especialmente las opciones vegetarianas. Sin embargo, el radiador en nuestra habitación hacía bastante ruido, lo que a veces resultaba incómodo por la noche.